Pirineos Catalanes

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Valle-de-Aran

Los Pirineos Catalanes corresponden aproximadamente a la mitad oriental de la cordillera de los Pirineos. Por su geografía, entre sus escarpados riscos y sus altas montañas se extienden cientos de lagos, cascadas, pueblos con encanto, estrechos valles y otras muchas joyas de la naturaleza que abarcarían toda una vida conocer. Esta es la razón que obliga a elegir con cuidado qué partes del bello paisaje natural pirenaico deseamos explorar ya que, hablando del entorno de Barcelona, no es poca la distancia que hay que recorrer para llegar a ninguna de ellas.

  1. Una mirada al Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio
    El Parque nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio es el único parque nacional español situado en la comunidad autónoma de Cataluña. Está situado en la parte central de los Pirineos y repartido entre cuatro comarcas: la Alta Ribagorza, el Pallars Sobirá, el Pallars Jussá y el Valle de Arán, en la provincia de Lérida.Existen dos formas principales de acceso; la oriental, por la localidad de Espot, pueblo que otorga el famoso lago de San Mauricio, así como multitud de zonas ideales para hacer senderismo: el Valle de Monestero, el Portarró de Espot o una bellísima ruta que va desde el Refugio de Amitges hasta lo alto del Pico de Ratera; y la occidental, la del Valle de Bohí, que oculta un tesoro de iglesias románicas que bien merece una ruta dedicada.
  2. Valle de Arán
    La zona norte del parque nacional la compone el Valle de Arán, un paraíso natural con pueblos realmente encantadores como Artíes, Vielha, Salardú, Bagergue o Bossóst, perfectos para hacer una ruta en coche. Además, resulta imposible resistirse a caminar por cualquiera de sus numerosos senderos, como el que asciende desde el Lago de la Restanca hasta el Lago Mar o el que corona la cima del Montcorbison.

Comarca del Bages

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  1. Monasterio de Montserrat
    El monasterio de Santa María de Montserrat es una abadía benedictina situada en plena montaña de Montserrat. Es un símbolo de Cataluña, un punto de peregrinaje para creyentes y una visita obligada para los turistas que visiten la zona. Las vistas que otorga el enclave natural en el que se ubica justifican la cifra de visitantes que recibe al año, más de 2,5 millones de personas. Y es que sólo hacer una excursión por el macizo sobre cuyas laderas descansa el monasterio ya merece mucho la pena. En general, se trata de un lugar de gran interés tanto paisajístico, como histórico y religioso, ya que su leyenda comienza con el hallazgo de la Virgen de Montserrat alrededor del año 880.
  2. Cardona
    Cardona es un pequeño municipio con una gran historia. Su inexpugnable castillo fue uno de los más importantes de la historia medieval, y si su mera visión en lo alto de la loma encandila, acceder y explorar el interior hará que cualquier visitante se enamore. Fue construido en el siglo IX para defender los intereses económicos sobre la explotación de la famosa montaña de sal de Cardona. Entre sus atractivos destaca la Torre de la Minyona, el patio de armas, la Colegiata de San Vicente o la casamata, antiguo polvorín que se construyó ya en época moderna. Las minas de sal de Cardona, igualmente impresionantes por dentro y por fuera, exigen una visita para contemplar sus túneles y espectaculares formaciones.
  3. Mura
    Las calles estrechas y casas de muros de piedra encajadas unas con otras o la vegetación que las cubre otorgan a la localidad de Mura una estética especial que ha detenido el tiempo en pleno medievo. No se necesita más para atraer a los visitantes, armados con cámaras, a dar una vuelta por la villa con el fin de encontrar sus tesoros escondidos: la iglesia de estilo románico de Sant Martí, el hotel cincelado en la roca del Puig de la Balma, las aguas del Gorg del Pare o la Fuente de la Era o la Ermita de Sant Antoni.

Destino Sitges

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Sitges

Si los viajeros deciden partir desde Barcelona hacia la carismática y versátil ciudad de Sitges, a 40 km al suroeste, proponemos antes realizar una parada que hará las delicias de todo amante del arte, de la arquitectura y, en general, de la obra de Antoni Gaudí.

  1. Cripta de la Colonia Güell
    La cripta de la Colonia Güell fue construida entre 1898 y 1914 como edificio de índole religiosa para los trabajadores que vivían en Santa Coloma de Cervelló. Este lugar está considerado como uno de los referentes para estudiar la arquitectura de Antoni Gaudí, pero también como uno de los conjuntos modernistas y atractivos turísticos más importantes de Cataluña. Destaca por el hecho de poseer una buena muestra de este estilo aplicado al ámbito de la arquitectura civil e industrial, en un esfuerzo por dotarla de valor social y cultural, gracias a la utilización del ladrillo visto como reivindicación de una arquitectura popular, pero también a la incorporación de nuevas técnicas y materiales como el hierro o la cerámica.
  2. Sitges
    Sitges es un municipio situado en la costa mediterránea. Su economía está basada en el turismo y la cultura, contando con numerosas plazas hoteleras y eventos como el Festival de Cine de Sitges. La ciudad constituye un significativo destino de turismo LGTBI, además de acoger congresos, conferencias, seminarios y reuniones empresariales.Su infraestructura cuenta con equipamientos y tres puertos deportivos, uno de los cuales ­­–el de Port Ginesta– es el más grande de Europa. Entre sus eventos culturales, Sitges permanece como sede del Festival Internacional de Cine, uno de los más importantes del continente. Su celebración del Carnaval también goza de multitud de actividades que se llevan a cabo por calles, residencias y escuelas. De igual modo, en el mes de junio salen a la calle los desfiles de carrozas y Drag Queens del orgullo LGTBI, que llenan Sitges de espectáculos, conciertos y fuegos artificiales.

Ruta Rupit I Pruit – Besalú

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  1. Rupit i Pruit
    El barcelonés municipio de Rupit y Pruït está situado en la comarca de Osona. Con una gran riqueza histórica y artística y enmarcado en un paraje natural de gran belleza, se antojan numerosas las cosas que ver y hacer en esta localidad. Rupit se encuentra entre boscosos y frondosos paisajes de abetos, abedules, encinas, robles y hayas y sembrado de casas de piedra llenas de encanto que datan de los siglos XVI y XVII. No está permitido acceder a sus calles en coche, por lo que a su núcleo sólo se puede llegar a pie, siendo la forma más interesante de hacerlo a través de su puente colgante. Entre sus atractivos turísticos destacan la iglesia barroca de San Miguel, la calle del Fossar y su pequeño y ancestral castillo o las iglesias de Sant Andreu y de Sant Llorenç Dosmunts.
  2. Castellfollit de la Roca
    Uno de los mayores atractivos de Castellfollit de la Roca es su emplazamiento: la localidad se alza imponente sobre un risco volcánico de más de cincuenta metros de altura por casi un kilómetro de longitud. Sin embargo, no se queda corto su casco antiguo construido, de punta a punta, con piedras y rocas basálticas, su mirador, su torre del reloj o la iglesia de San Salvador, que data del siglo XIII y permite ascender a su torre.
  3. Besalú
    Pasear por las calles de Besalú una tarde cualquiera da a entender fácilmente por qué este pueblo medieval suscita tanta atracción. La mejor forma de iniciar la travesía por la localidad es accediendo al casco histórico por su famoso puente medieval de siete arcadas y casi ciento cincuenta metros de longitud. Tras pasar bajo su segunda puerta, el viajero se encontrará directamente en las callejuelas del pueblo, rodeado de tiendas de artesanía y de souvenirs. Las entramadas calles del antiguo barrio judío esconden pórticos de piedra y unos baños descubiertos en el lugar donde había una pequeña fábrica y donde se determinó que existió una sinagoga. Además, suscita gran interés la iglesia de Sant Pere o el museo de miniaturas.

Girona y Cadaqués

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Cadaques

Girona

Girona es una ciudad de origen romano que, con sus más de 2.000 años de antigüedad, enamora por sus callejuelas empedradas entre las que sobresalen joyas como la judería o la magnífica catedral. Además, en ella los visitantes podrán disfrutar de una gastronomía de primer nivel, patente en locales como el increíble Celler de Can Roca, varias veces seleccionado como mejor restaurante del mundo. A continuación, mencionamos cinco lugares cuya visita resulta imprescindible en una visita a esta capital catalana.

  1. Las Casas del Onyar
    Estas casas con fachadas de vivos colores que se encuentran colgando sobre el tramo del río Onyar que discurre por el casco antiguo de la ciudad resulta uno de los lugares más bonitos que visitar en Girona.
  2. La Catedral
    Una de las mejores cosas que hacer en Girona es subir los 90 escalones de la impresionante escalera de estilo barroco que te dejan delante de la fantástica Catedral. Tras observar la fachada y las vistas puedes entrar en su interior y contemplar la nave gótica, considerada la más ancha del mundo en su estilo.
  3. El Call
    Es el barrio judío mejor conservado de toda Europa y uno de los lugares imprescindibles que visitar en Girona. Entre sus calles empedradas y sus preciosos patios vivió una de las comunidades judías más importantes de toda Europa hasta su expulsión en 1492.
  4. Los Baños Árabes
    Se trata de una construcción románica del siglo XII. En ella destaca una sala con piscina central circundada por ocho preciosas columnas con capiteles ricamente decorados que sostienen una cúpula.
  5. La Muralla
    La posición fronteriza y estratégica de la ciudad de Girona requirió, desde sus inicios, de la construcción de una muralla defensiva con varios torreones. La primera muralla fue construida durante la época romana en el siglo I a.C. y fue ampliándose en las eras posteriores, hasta que en la Edad Media se creó un paseo que permitía recorrerla por su parte alta. De esta muralla se conserva un gran tramo y ofrece unas fantásticas vistas de la ciudad y alrededores.

Cadaqués

La belleza de este pueblecito de la Costa Brava reside en que es un lugar reservado, tímido, entrañable, agazapado entre las montañas, que resistió el boom turístico del litoral español. Para llegar a él hay que recorrer quince kilómetros de carretera zigzagueante que sube y luego baja hasta llegar a Cadaqués, y que suponen el preludio de un día que los viajeros habrán de saborear despacio: desayunar frente a la playa, vagar por las calles estrechas y empinadas y plazas hasta llegar a la iglesia y contemplar la espléndida vista de la bahía, darse un chapuzón en alguna de sus infinitas playas, recorrer la antigua carretera…

Enoturismo en el Penedés

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La región del Penedés, ubicada entre Barcelona y Tarragona, cuenta con varios viñedos a pocos kilómetros del mar. Su clima mediterráneo suave y cálido regula las temperaturas de los suelos durante todo el año. Dentro de la región hay gran diversidad de microclimas y variedad de altitudes. Quizá la época más agradable para practicar el enoturismo sea la primavera, en la que visitar cualquiera de estas bodegas encantará a los turistas.

  1. Gramona
    Elabora vinos espumosos de gran prestigio. Lo mejor de esta bodega es pasear por sus viñedos y bosques copa en mano, o practicar una sesión de yoga con vistas a la montaña de Montserrat.
  2. Finca Viladellops
    Recientemente renovada, su peculiaridad reside en un precioso pueblo reconvertido en viñedo.
  3. Parès Baltà
    Es una de las bodegas que forma parte de la Carretera del Vi. Se trata de un proyecto fantástico con valor histórico y cultural que muestran a través de una ruta en coche eléctrico. El trazado une los viñedos del Penedés con la playa siguiendo los antiguos caminos de la región.
  4. Can Bonastre Wine Resort
    En esta bodega se elaboran también los cavas ecológicos de AT Roca, de modo que con una visita podrás disfrutar de dos degustaciones. Y lo mejor de la propiedad: excelente gastronomía y un spa con vistas impresionantes a Montserrat.
  5. Llopart 
    Un clásico en la región de Penedés, que elabora alguno de los mejores espumosos en esta región. Se trata de una finca histórica que cuenta con una fuerte tradición familiar y unos viñedos excelentemente cuidados.